Un nuevo año. El 2019 ha llegado y solo espero que sea un año lleno de prosperidades y sueños a cumplirse.
En realidad no sé ni donde he estado en el 2018. Todavía no me acostumbro a tener dos hijas. Y al decir no me acostumbro me refiero a que no he podido organizarme de la manera que lo hacía. Perder el control ha sido la parte más difícil de todo esto. Planear y que no salga como quiero. Y esto, supongo, es solo el principio. Me siento perdida y sin poder encontrar mi balance aún. Han pasado 8 meses desde que nació Carolina y admito que mi vida ha sido un caos. Según Chuche soy una exagerada - y pueda que tenga razón.
El fin de año ha sido un poco ocupado pero divertido a la vez. El 2018 nos tocó ser los anfitriones de la fiesta de Halloween. Más memorias por agregarse a los convivios familiares.
También tuve la oportunidad de visitar New Orleans para la conferencia nacional de maestros de lenguas. Se me hizo un sueño hecho realidad (dos pájaros de una pedrada) poder viajar a una nueva ciudad que estaba en mi lista y poder asistir a este congreso tan importante. Estuve un poco perdida ya que la conferencia dura 4 días pero solamente estuve uno ahí. También me encantó que Esther pudiera acompañarme y poder pasar unos días entre hermanas.
Durante thanksgiving se me hizo realidad el deseo de ir a Disney de nuevo, ya que tenía desde el 2016 sin ir - suena ridículo decir que llevo 2 años sin ir pero me urgía un viajecito a la tierra mágica. Pasamos 4 días en camino, 2 de ellos en Disney. Victoria se subió a Space Mountain y como me arrepiento de ponerme en el asiento enfrente de ella ya que la tapé en la foto y no pude ver su reacción. Ella jura y vuelve a jurar que nunca más se subirá ahí jaja la pobre. Espero no haberla traumado. También se subió por primera vez al juego de Cars y le encantó el principio pero no tanto el final. Fuera de estos dos "primera vez" todo ha salido de maravilla. Carolina lloró dos veces solamente y la mayoría del tiempo estuvo tranquila y observando. En los juegos, en los restaurantes, en las esperas, ella estuvo tranquila.
Luego la semana loca de Navidad. Exhausta. No paramos en toda la semana, entre celebraciones, cumpleaños y más celebraciones. Este año nos tocó de nuevo pasarla en EEUU durante navidad y año nuevo y Obregón se pospone. Mis papás se fueron a Obregón así que pasamos la navidad y año nuevo con los Cisneros. Durante la semana nos dimos una escapada a Sacramento y fuimos a patinar sobre hielo. A Vicky le encantó. Yo pensé que iba a tener miedo pero no, incluso quiso andar sola con su andadera.