No se imaginan la emoción que sentí en el momento que decidimos y compramos los boletos para Disneyland. Después de casi 3 años sin ir, sabía que iba a ser muy emotivo y sentimental. Si de por si... Pero esta vez fue más de lo normal. Para empezar, mis niñas grandes y ya pueden disfrutar de más juegos. Pudimos subirnos los 4 en familia a varios juegos, algunos por primera vez incluso para Chuche y para mí. Me ha encantado la nueva tecnología que hay en los juegos nuevos... en unos de Marvel (spider man) y otros en Galaxy Edge (Star Wars). Al final de Rise of the Resistant salí con cara de WTF. ¿Qué pasó? ¿Y cómo le hicieron? Después de saber casi de memoria todos los juegos, esto definitivamente ha sido algo nuevo para mí. El no saber qué sigue... y el no saber cómo hicieron eso. Es algo inexplicable. Ni para qué le sigo...
A las niñas les encantó conocer personajes, y admito que fue muy emotivo escuchar a Mirabel (la de encanto) hablando español. Enseñarle a mis niñas español ha sido la mejor decisión de mi vida. El escuchar a un personaje de Disney HABLANDO ESPAÑOL ha sido algo de otro nivel. Otra vez, de esas cosas que pocas personas entienden lo que siento.
A las dos las he encantado el juego de Autopia. Espero Vicky sea mejor conductora en la vida real que en el juego. She was the worst. 😂
Por el otro lado, no todo ha sido bonito. jajaja Creo que he traumado a mis hijas porque no les gusto ni Space Mountain, ni Splash Mountain, ni tampoco el de Cars (Radiator Springs). Incluso este último pudimos subirnos 3 veces porque falló. En una de ellas Caro dijo "pensé que me iba a hacer pipí". jaja Fue divertido, pero me gané el premio a la peor mamá.
Ojalá podamos repetir el viaje el próximo año.
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