Thursday, February 1, 2018

Esperando, esperanzas.



Este embarazo ha sido sin duda alguna un paseo en una montaña rusa. Existe una emoción de estar en ese paseo, pero a la misma vez deseando que ya todo termine para saber si podrás sobrevivir el final.

Primero la duda de si vamos a poder tener otro bebé.

Esperando.

Luego la emoción de que sí se pudo y estamos esperando.

Seguido por la duda de si la bebé se encuentra bien. ¿Se escucha bien su corazón? ¿Está creciendo?

Luego la emoción de escuchar su corazón y mirar que todo va bien.

Después la duda de saber si es niño o niña.

Esperar.

Luego la emoción al mirar que es una linda niña y que Victoria tendrá una hermanita con quien compartir todo.

Después como un baldazo de agua que me hayan dicho a las 13 semanas que es posible que tenga placenta previa así que me mandarán con un especialista. A las 19 semanas por fin veo al especialista para darme las noticias que no solo tengo placenta previa sino también parece ser accreta. Con solo una cesárea anteriormente es casi una probabilidad escasa. Sin embargo aquí estoy. Ahora esperando. Esperando para poder saber qué va a pasar.

Esperando para que me llamen de UCSF para hacer cita para un MRI donde me confirmen si es accreta o solo previa. Aunque a lo que he escuchado, pueden decir que solo es previa y en el momento de nacimiento descubrir que sí fue accreta.

Esperando.

Por ahora, disfruto del saber que Carolina se encuentra bien. Está creciendo y parece todo ir viento en popa. Se mueve demasiado.

Esperar.

Pero hay días donde me entra una ansiedad. Una ansiedad de saber si realmente sobreviviré este obstáculo. ¿Disfrutaré de mis dos niñas con las que tanto he soñado? ¿Estaré ahí para ellas para cuando me necesiten?  ¿Pero en qué estaba pensando cuando tenía 20 años y lo único que quería era viajar y tener una profesión? ¿Por qué en ese momento no pensé en tener hijos? ¿Por qué a los que esperamos a hacer las cosas "como deben ser" nos ocurre esto?

El doctor me ha dado una licencia para faltar al trabajo por razones médicas. Así que por ahora solo me queda rezar, tener fe, descansar... y seguir esperando.

Esperando.